¿Por qué la Inteligencia Artificial jamás reemplazará al artista?
En 1997, «Deep Blue» de IBM venció al campeón mundial de ajedrez Garri Kaspárov, marcando un hito en la historia de la inteligencia artificial (IA). Este logro fue solo el comienzo. En 2016, «AlphaGo» de DeepMind derrotó a Lee Se-dol, uno de los mejores jugadores de Go. Y en 2019, «AlphaStar» se posicionó entre el 0.2% de los mejores jugadores de StarCraft a nivel mundial.
Hoy, estos logros impresionantes palidecen ante las capacidades actuales de la IA. Algoritmos como Midjourney crean obras de arte visuales comparables a las de artistas humanos. ChatGPT interpreta y genera texto con sorprendente precisión, siendo capaz de aprobar rigurosos exámenes universitarios. Herramientas como PikaLabs y Runway están revolucionando la producción de videos y animaciones.
Además, dado que el desarrollo de esta tecnología es inevitable y ya existen algoritmos para casi cualquier área productiva, surge una preocupación comprensible en la sociedad: ¿Reemplazará la IA al humano? ¿Y, más específicamente, reemplazará al artista? La preocupación es comprensible. La sociedad está dividida: algunos ven la IA como una herramienta poderosa, mientras que otros la perciben como una amenaza.
Es crucial entender que, aunque la IA puede superar a algunos humanos en tareas específicas, como el ajedrez o la creación de arte, no captura la esencia de lo que significa ser humano. Los espectadores no solo buscan habilidades técnicas; buscan historias de esfuerzo, lucha y pasión. Lo que nos atrae es la imperfección, la autenticidad y el mérito. No debemos olvidar que somos animales sociales, y nuestra fascinación se centra en la experiencia humana. Esta es la razón por la que no existen torneos de IA de ajedrez, o de ninguno de los juegos mencionados anteriormente, o al menos, no son tan sonados. Preferimos observar al humano, por más imperfecto, que a una máquina.
Si bien la IA es una herramienta invaluable que puede aumentar nuestra productividad y reemplazar ciertas tareas, no puede replicar la creatividad y el alma que impregna el arte humano. Así que, querido artista, no temas a la IA. Sigue desarrollando tu arte con disciplina y pasión. El verdadero valor reside en la creación humana, y eso nunca será reemplazado.
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